Las cualidades de una buena enfermera

La enfermería es mucho más que una carrera y mucho más que cursos enfermería; es realmente una vocación. Se necesita un tipo especial de personalidad compasiva, cabeza tranquila y fortaleza intestinal para cuidar de las personas en sus momentos de necesidad.

Las cualidades necesarias de una enfermera

 

  1. Sin una base de cuidado, no importa lo buenas que sean sus habilidades de enfermería.
    Con mucho, la cualidad número uno de una buena enfermera es el cuidado. Si no te preocupas por los demás y por ti mismo, no puedes ser compasivo y proporcionar cuidados de calidad a los demás.
  2. Las enfermeras cuidan de las personas durante algunos de los momentos más vulnerables y aterradores de sus vidas, y suelen ser el punto de contacto más habitual y accesible para los pacientes y sus familias. Una gran enfermera es capaz de hacer su trabajo con eficacia y, al mismo tiempo, mostrar compasión, preocupación y simpatía por cada persona a la que atiende.

La clave para ser una enfermera de éxito es la comunicación.

La capacidad de comunicación es uno de los requisitos más importantes del trabajo de una enfermera, tanto para seguir instrucciones como para comunicarse con los pacientes y las familias. Los pacientes que están enfermos o sufren a menudo no están en condiciones de hablar por sí mismos. Los pacientes y las familias confían principalmente en su enfermera para este tipo de apoyo. Para una buena enfermera, ser solidaria incluye ser una defensora eficaz del paciente cuando se anticipa un problema o se ve una preocupación que debe ser atendida.

La empatía debe ser uno de tus puntos fuertes como enfermera.

El cuidado, la compasión y la empatía a veces se confunden como una misma cosa, pero hay una distinción importante. La empatía es la capacidad de escuchar y compartir realmente los sentimientos de un paciente. Para una enfermera, esto no significa que tenga que estar siempre de acuerdo con lo que piensa un paciente o su familia. Y para tu propia conservación, no necesitas interiorizar el dolor y el sufrimiento que puedan estar experimentando. Pero es muy importante que escuches e intentes comprender de dónde vienen.

Una gran enfermera puede hacer que cada paciente se sienta visto y escuchado, sin juzgarlo y reconociendo que cada individuo tiene su propio conjunto de valores, experiencias vitales y perspectivas válidas.

Una buena enfermera muestra una gran atención a los detalles.

Cuando se trata de proporcionar cuidados médicos, la atención a los detalles es crucial. Incluso en el entorno más ajetreado, una buena enfermera debe ser detallista, asegurándose de que las instrucciones se sigan al pie de la letra, garantizando las dosis de medicación adecuadas y manteniendo registros precisos.

En el entorno de la atención domiciliaria, la enfermera es la coordinadora de los cuidados del paciente, orientada al detalle. Una buena enfermera será la primera en darse cuenta de los cambios sutiles en el estado de salud de un paciente y en alertar a los médicos y a otros miembros del equipo de atención sanitaria para que respondan de manera que se pueda evitar un acontecimiento sanitario adverso grave o una hospitalización innecesaria.

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